
Las buenas ideas son un
material imprescindible para realizar un buen trabajo, especialmente cuando nuestra actividad tiene mucho que
ver con la creatividad.
Estas ideas pueden
ayudarnos a:
- superar un bloqueo mental
- resolver un problema
- encontrar una nueva forma
de hacer las cosas que nos permitirá diferenciarnos de la competencia
La pregunta es la
siguiente: ¿de dónde sacamos esas buenas ideas?
En el mundo Freelance nos proponen
unos cuantos consejos para generar ideas creativas:
Crea una “carpeta”
específica para las ideas
Todo el mundo tiene ideas.
Lo que ocurre muy a menudo es que, simplemente, no les prestamos atención. No
las apuntamos cuando surgen. Y se nos olvidan. Desaparecen. Se evaporan. Se van
como han venido.
Seguro que algunas de estas
ideas eran muy aprovechables, pero nunca llegamos a saberlo porque no tenemos
oportunidad de desarrollarlas.
Por eso, lo primero es hacer
un “hueco” en nuestra agenda diaria para retener esas ideas.
Necesitas un espacio físico
-por ejemplo, una carpeta en tu ordenador- para almacenar todas las ideas que
se te van ocurriendo, y las cosas interesantes que vas encontrando y que no
tienes tiempo de desarrollar en el momento.
Más adelante podrás recurrir
a esas ideas para inspirarte, para encontrar nuevos caminos en tus proyectos.
Bueno. Ya tienes la carpeta.
Ahora necesitas rellenarla de ideas.
Dónde encontrar buenas ideas
Estás rodeado de buenas -y
malas- ideas. Sólo tienes que estar atento/a para descubrirlas. Te proponemos 10
fuentes que no suelen fallar:
La actualidad. Las noticias constituyen una fuente inagotable de
ideas. Si estás atento/a a lo que sucede en el mundo, y a tu alrededor, siempre
podrás encontrar propuestas interesantes. Debes aprender a rebuscar entre la
montaña de información inservible. Con la práctica se agudiza el olfato.
El arte. El arte y la literatura siempre han sido fuentes de
inspiración muy poderosas. Una obra de arte, un libro, una película pueden
sugerirte un camino para tu próximo trabajo. Si tu área de actividad está
relacionada con el diseño, este apartado es imprescindible.
Foros y redes sociales. En las conversaciones que diariamente se producen
en las redes sociales encontrarás los problemas que preocupan a la gente, y
nuevas formas de resolverlos. Si sigues a gente interesante a través de
Twitter, todos los días encontrarás alguna reflexión o enlace a un asunto
interesante.
Formación. Sigue estudiando y aprendiendo, aunque sea por tu
cuenta. Esa actividad de crecimiento personal te permitirá encontrar
herramientas y tecnologías interesantes, así como formas nuevas de hacer las
cosas.
Libros. Lee con regularidad. Consulta libros y manuales. El
conocimiento que los demás han ido acumulando puede serte de gran ayuda.
Otras personas. La gente que te rodea puede ayudarte. No hace falta
que sean profesionales, ni que pertenezcan a tu campo de actividad. Escucha lo
que los demás tienen que decirte. Escuchar es un método revolucionario
para dar impulso a tu negocio.
La naturaleza. La naturaleza inspira. Pasar tiempo en el campo o
en un parque no sólo te ayudará a tener nuevas ideas. También te servirá para
reducir el stress y huir de la tensión del trabajo diario.
Blogs. Encuentra los blogs que más pueden aportar a tu
trabajo. Las reflexiones de los blogueros y su forma de abordar los retos
pueden despejarte el camino.
El trabajo de tus
competidores. Aprende lo mejor de
los mejores. Toma las ideas brillantes de la competencia y utilízalas para
generar ideas todavía mejores.
Las tendencias del mercado. Las tendencias se suceden en el mercado: un color, una
herramienta, una tecnología, una metodología, una forma de comunicarse… No hace
falta que estés siempre de acuerdo con lo que triunfa. Pero necesitas conocer
esas tendencias para saber qué es lo que los clientes pueden demandarte.
Después, puedes optar por sumarte a esa tendencia, o por darle la vuelta para
encontrar un camino más personal.
3 procesos para generar
nuevas ideas
Hay tres caminos que
puedes explorar para generar una idea:
Enfréntate a un
problema. Un problema suele ser
una de las situaciones más estimulantes para desarrollar nuevas
ideas. Contra lo que mucha gente piensa, a veces las limitaciones son las
que nos dan pie para crear soluciones eficaces e imaginativas. La necesidad
de superar unos obstáculos concretos nos permite encontrar nuevos caminos que,
de otra forma, nunca hubiésemos emprendido.
Comparte el
conocimiento. Comparte lo que sabes
con la comunidad, por ejemplo a través de tu blog. Encontrarás tu recompensa muy
pronto. Para empezar, porque cada post te servirá para ordenar tus
conocimientos, y para profundizar en ideas que, de otro modo, se hubiesen
evaporado. Y porque, además, la gente con la que compartes ese conocimiento
podrá completar y enfocar tus ideas con sus comentarios.
Conócete a ti mismo. Si conoces cuáles son tus puntos fuertes y tus puntos
débiles, tendrás mucho ganado. ¿Cuáles son tus habilidades? ¿En qué campo de
actividad te desenvuelves mejor? ¿Dónde podrías ser más creativo? ¿Cuál es el
tramo del día en el que te encuentras más inspirado? Todas estas preguntas
pueden ayudarte a enfocar tu creatividad.
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