Escribir bien te
permite explicar cualquier cosa a los demás de forma clara.
Sin duda es algo muy importante, pero cuando eres un profesional, no es
suficiente.
Necesitas ir un paso más allá.
Necesitas convencer a tus clientes, a tus lectores y a tus
usuarios. Estos 10 consejos van a ayudarte a conseguirlo:
1. No dudes, no des vueltas
No vas a convencer a nadie
si tú no estás convencido/a. Recuerda que es tu texto el que habla por ti. Una
frase sin fuerza muestra una propuesta de valor débil. Así que olvídate de las
frases abstractas, y las que dan vueltas al tema sin llegar tocarlo.
Nada de: “Es posible que esta sea una solución bastante adecuada
para mitigar, de alguna manera, los problemas que normalmente aquejan a los
clientes con necesidades de facturación”.
Mucho mejor: “Es una muy buena solución para los clientes que
necesitan realizar facturas”.
No hace falta que exageres
ni, por supuesto, que faltes a la verdad. Acabaría volviéndose en tu contra.
Basta con que tu texto diga lo que quieres decir sin rodeos y con convicción.
2. Busca el ritmo, repite
con inteligencia
La repetición puede darle a
tu texto estructura y ritmo. Es algo que llevamos en el interior del cerebro.
La repetición es la base de la música, de los ritos, de la danza. Si consigues
dotar a tu texto de ese ritmo, el lector se deslizará por él y se sentirá
recompensado cada vez que encuentra el tema principal (es lo que nos sucede al
escuchar el estribillo en una canción).
Obviamente, si te excedes,
el texto se volverá reiterativo y aburrido. Pero la repetición es un recurso
bastante sencillo de utilizar. Introduce la idea principal y, conforme avanza
el texto, refuérzala y complétala con diversos puntos de vista.
Lee tu texto en voz alta
para descubrir el efecto real, y evita las rimas internas (dos frase seguidas
acabadas, por ejemplo, en “-ón”).
3. Olvídate de la voz pasiva
La voz pasiva es mucho más
enrevesada que la activa. De hecho, no solemos utilizarla en la conversación
oral. Así que lo más sencillo es que prescindas de ella. Mira este ejemplo:
La redacción del proyecto ha
sido solicitada por la empresa Car Express.
¿Solicitada la redacción?
¿Solicitado el proyecto? La frase es correcta, pero resulta bastante más sencillo
así:
La empresa Car Express ha
solicitado la redacción del proyecto.
4. Menos es más
Sé breve. Si puedes decirlo
en un párrafo, mucho mejor que en dos. Aunque nos duela, mucha gente no va a
llegar hasta el final del texto, así que lo mejor es decir lo más importante al
principio y en pocas palabras.
Los lectores que aterrizan
en la página abordan el texto tras un proceso de escaneo visual. Es
posible que se salten el primer párrafo y vayan directamente a los elementos
destacados. Por eso te conviene proporcionar al lector varios puntos de
enganche: títulos de apartado, frases destacadas, imágenes, recursos
visuales, etc.
5. Usa frases cortas
Una frase demasiado larga es
una oportunidad perfecta para que el usuario desconecte. El sujeto se sitúa
demasiado lejos del predicado. Las ideas y las relaciones se complican.
Empiezan a aparecer complementos, adjetivos, proposiciones subordinadas… Si el
usuario pierde el hilo, lo más probable es que abandone.
Así que ahórrate problemas:
utiliza frases cortas. Sujeto, verbo y predicado.
Usar frases cortas no tiene
por qué limitar nuestra capacidad de expresión. Puedes decir lo mismo que
utilizando una sola frase larga. Basta con que separes y ordenes las ideas
utilizando el punto (.), ese gran amigo del lector.
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